Un recuerdo de Héctor Alterio, cuando vino en 2013: “Soy realista, no nostálgico”

La muerte del extraordinario actor Héctor Alterio, en España a los 96 años, sacudió a los argentinos este sábado 13 de diciembre, y entre las decenas de notas que PERFIL le hizo a lo largo de su larga y exitosísima carrera, encontramos una mirada sobre el país que había dejado cuando vino en 2013, para participar de ‘Fermín’, película que dirigieron Hernán Findling y Oliver Kolker y que retrataba a un paciente psiquiátrico que solo se expresaba a través de letras de tango. Ahí le contaba viejas historias de los años ’40 a un joven médico. revelando historias de la Argentina de los años 40 a un joven psiquiatra, que protagonizaba Gastón Pauls.
Alterio tenía entonces 84 años, llevada décadas radicado en España, donde se había mudado por las amenazas de la Triple A, en los violentos días del peronismo en los 70.
“Fermín roza una de mis pasiones, el tango y me trajo de nuevo a Buenos Aires después de 3 años, cuando vine a presentar una obra con José Sacristán”, recordó entonces, contando que cada visita a Buenos Aires le provocaba emociones profundas.
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“No puedo evadirme de un lugar que me conmociona permanentemente con todo lo que aquí acontece”, dijo en la nota “y no hablo de situaciones políticas, sino de sensaciones, de recuerdos que me pertenecen, veo casas que me pertenecen, barrios, calles, edificios. Escucho el sonido de las conversaciones…”

Fue entonces que le preguntaron si sentía nostalgia por vivir lejos de Buenoas Aires, pero interrumpió de inmediato “soy realista, no nostálgico”.
Luego contaría sobre sus sensaciones en ese viaje a Buenos Aires que “veo a la Ciudad desordenada, sobre todo en algunos sectores significativos, puntuales, como puede ser la calle Corrientes”.
“El frente del Teatro Municipal, que era una cosa impoluta, con limpieza, ahora es un lugar donde de pronto me tropiezo con gente que está viviendo ahí, haciendo su propia casa. Me llama poderosamente la atención el acostumbramiento de la gente que pasa como si no existiera todo eso”, agregó.
Luego lo consultaron sobre su visión política de la Argentina de esos años, todavía en pleno auge del kirchnerismo, y Alterio señaló “escucho, escucho, porque tengo un cierto pudor… Me detengo porque no sé los nombres de los diputados. Te puedo, sí, dar una impresión: entiendo que hay confrontaciones, pero que no hay oposición a la política del Gobierno, al menos no una cosa contundente. Y veo una gran oposición por parte del periodismo, que se produce como efecto de que está vacío el espacio que tiene que cubrir una agrupación política”.
—Siempre usaste una frase de Bonavena para referirteal actuar en teatro: te sacan el banquito y quedás solo. ¿Sentís que te sacaron el banquito muchas veces en la vida? ¿Tenés miedo que pase ahora?, le preguntaron.
“Sacarme el banquito es una imagen que yo asocio a cuando tengo que salir a escena, soy yo, y no hay vuelta atrás. Solo. Ahí está mi ringside. Eso es sacarme el banquito. En la vida, tengo mi mujer que me apoya y mis hijos con trabajo, y yo que no tengo Alzheimer. Por ahora tengo banquitos, tiende un poco la memoria ahora a intentar cambiarme, pero estoy muy alerta, porque me cuesta más trabajo retener, algún dolor que otro, pero no pasa de ahí. Me siento afortunado: me acuerdo números de teléfonos y camino solo…”.
HB
Fuente: www.perfil.com



